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Con el paso del tiempo y el uso continuado, cualquier puerta seccional es susceptible sufrir un desajuste. Por eso siempre recomendamos hacer un mantenimiento periódico por una empresa especializada. Para evitar que los golpes o sobretensiones debido a frenazos bruscos desajuste nuestra puerta hemos escrito este post.
SÍNTOMAS DE QUE NECESITAMOS AJUSTAR NUESTRA PUERTA
. No suben o bajan con con suavidad
. Se cierran dando un fuerte golpe en el suelo
. No cierran o abren completamente
Para descartar posibles obstrucciones, es muy importante una inspección visual del estado de la puerta, así como de todos sus componentes. Una limpieza por parte del usuario y cambiar el muelle cuando empiece a dar fallos, nos garantizará desajustes imprevistos en los momentos más inoportunos.
Lo primero que hay que hacer es desconectar la puerta seccional y moverla varias veces sobre sus guías, durante todo su recorrido. De esta forma nos aseguraremos que el movimiento se hace con suavidad y no está obstaculizado por nada.
La situaremos en la mitad y la soltaremos. Si está desajustada, caerá al suelo o se recogerá hacia arriba. Con un pequeño movimiento nos daremos cuenta de ese punto de equilibrio/desequilibrio. Lo habitual es que caigan, debido a una pérdida de tensión en los resortes. Siendo así, lo que haremos será regular esos resortes en dirección opuesta, para compensar esa tensión que han perdido con el paso del tiempo.
Para las puertas que ya tienen una edad, realizaríamos los ajustes abriendo el cabezal donde se sitúa el mecanismo y localizaríamos los “finales de carrera”. Suelen estar marcados con flechas hacia arriba y hacia abajo y son los que determinan en qué momento se detiene la puerta. Si los vamos girando poco a poco con un destornillador, veremos que cada vuelta corresponde unos milímetros de desplazamiento en el recorrido de la puerta.
Cuando estemos “trasteando” con el destornillador, iremos haciendo pruebas para ver cómo queda de abierta o cerrada. Debido a ese uso continuado, es normal que el motor se caliente y deje de funcionar. Esperaremos hasta que se enfríe y seguiremos con los ajustes hasta que quede a la altura que deseamos.
En las modernas puertas sectoriales, este ajuste se realiza con un “encoder”, que es un codificador rotatorio. Se trata de un dispositivo electromecánico que se usa para
– Al jugar, los niños pueden ir y venir del garaje con bicicletas, balones de fútbol y otros juguetes.
Muchos garajes tienen una entrada alternativa. Sin embargo, a menudo los hemos descartado como una entrada aceptable, generalmente debido a su ubicación, en la parte trasera o lateral del garaje con varios obstáculos en el camino.
La conveniencia de las puertas de garaje con puertas peatonales incorporadas viene con muchas ventajas posteriores:
– Una simple llave le da acceso al garaje.
– La puerta del garaje permanece cerrada, por lo que el contenido del garaje no está expuesto al vecindario ni a los transeúntes.
– La puerta para peatones gira hacia afuera, lo que significa que nunca tendrá un obstáculo frente a ella; la proximidad del vehículo a la puerta no será un inconveniente.
– Se ahorra el espacio que ocupa una puerta de acceso peatonal anexa, proporcionando una superficie de parking y almacenaje extras.
– En caso de un corte de energía, siempre se puede entrar o salir del garaje a través de la puerta del garaje peatonal.
La puerta del garaje peatonal ofrece a sus usuarios una ventaja de seguridad significativa; sin otro punto de entrada al garaje que la puerta peatonal incorporada, un intruso tiene que ponerse a la vista en el camino de entrada para intentar entrar a la casa. Las puertas peatonales se abren hacia el exterior, por lo que cualquier patada o fuerza pesada solo cierra la puerta más. Para entrar, uno tendría que hacer palanca hacia afuera con las herramientas adecuadas a la vista de los vecinos circundantes. Otras puertas de entrada al garaje más tradicionales han sido a menudo un punto de entrada preferido para robos.
